Hubo una época en que Estambul era epicentro de una amplia red de rutas comerciales que atraían mercaderes de todo el mundo; estos comerciantes, que a menudo viajaban en caravanas de caballos o dromedarios, hacían uso en sus largas travesías de una red de posadas especificas denominadas Caravasar (Kervansaray en turco).

Han sobrevivido muchos caravasares en Estambul, pero estos suelen pasan desapercibidos dado que, con el fin de las caravanas comerciales, la mayoría de estos edificios fueron reconvertidos para otros usos.
El caravasar existente en Büyükçekmece es uno de los mejores conservados de la ciudad y aunque su aspecto actual es fruto de una restauración terminada en 1987, mantiene como pocos la esencia de este tipo de edificaciones.

Se encuentra a las afueras de Estambul muy cerca del puente que atraviesa el lago de Büyükçekmece; se trataba de una localización perfecta ya que encontraba en la puerta de entrada a la Tracia turca y en un lugar por donde circulaban muchas caravanas comerciales.

El caravasar fue construido a finales del siglo XVI por el célebre arquitecto Sinan, bajo el mandato del propio Sultán Suleimán, y tiene 48 m de largo y 22 m de ancho. En su origen el techado del edifico estaba recubierto de plomo, motivo por el que recibió el sobrenombre de Kurşunlu Han.

El caravasar de Büyükçekmece es utilizado en la actualidad para actividades culturales y artísticas y es un símbolo vivo del legado monumental de los siglos de esplendor del Imperio Otomano.

Actualizado el 7 mayo,2023.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño