Hubo una época en que Estambul competía en glamour con las grandes capitales europeas y los arquitectos de vanguardia viajaban hasta aquí para dejar su mejor huella artística. El Art Nouveau fue una de las corrientes que tuvo cierto impacto en la ciudad y algunos edificios como el Vlora Han o la Casa Botter son bellos de recuerdo de este estilo que también es ADN vital de uno de los edificios «modernos» más bellos de Estambul: Los Apartamentos Azaryan.

Curiosamente, este inmueble no es especialmente conocido ni por los turistas ni por los turcos, todo ello pese a que se encuentra muy cerquita de la icónica Plaza de Taksim; quizás la angostura visual generada por la altura de los bloques de viviendas de la avenida Inönü, hace que uno no tenga una perspectiva clara de la belleza arquitectónica de la zona y podamos pasar por delante de los Apartamentos Azaryan sin percatarnos de su belleza real.
Eso si, cuando uno lo observa con detalle, nuestra expresión se vuelve de pura admiración; todo ello gracias a una fachada que se llena de lujo visual y que nos recuerda a un «palacio», de hecho es conocido también con el nombre Gümüşsuyu Palas, haciendo mención en su nombre al barrio donde se ubica.

El origen de este edificio está vinculado a los Azaryan, una familia armenia católica originaria de Sivas. La fortuna de los Azaryan les permitió financiar obras de prestigio en Estambul, entre las que podemos destacar una mansión en Sarıyer, que hoy alberga el Museo de Sadberk Hanım, y una casa de verano en Büyükada (Seferoğlu Köşkü).
Con todo, serán los Apartamentos Azaryan el verdadero legado de sus mentores. De hecho, aunque la familia abandonó Turquía para instalarse en Francia, la denominación de Azaryan sigue siendo la más utilizada en revistas y libros de arquitectura, pese que desde 1939 se conoce oficialmente como «Gümüşsuyu Palas«.

El edificio, de 6 plantas, fue diseñado por Levon Gürekian y levantado en los primeros años del siglo XX. La fachada principal desglosa elementos de neobarroco y de Art Nouveau, entre ellos podemos destacar un conjunto de caras femeninas muy propias del modernismo.
Los laterales y la fachada trasera, la que tiene vistas al mar, destilan cierta sencillez, pero en su conjunto conforma un bloque único muy singular, que tiende a fusionarse, visualmente, con el antiguo edificio consular de Japón, que se encuentra situado en las inmediaciones.
Los Apartamentos Azaryan, es uno de los mejores ejemplos que explican que la belleza de Estambul no se focaliza solo en los templos o palacios, sino que también se extiende por la genética de los edificios de viviendas, espacios llenos de arte donde generaciones de turcos han creado el alma de esta siempre sorprendente ciudad.

Actualizado el 10 febrero,2023.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño