Los trágicos disturbios acontecidos en Estambul en junio del año pasado, aún están en la mente de muchos ciudadanos turcos. La pretendida destrucción del Parque Gezi en Taksim, para la construcción de un centro comercial, fue la chispa para que en las calles de la ciudad se viviese una auténtica batalla campal, la cual se extendió también a otras ciudades turcas y que finalmente se saldó con varios muertos, miles de heridos y cuantiosos daños materiales.
Con perspectiva es difícil saber quién fue el ganador global de este complejo pulso entre el gobierno de Erdogan y los fuerzas más progresistas del país; pero parece claro que aquella lucha inicialmente pacífica y ecologista triunfó en su objetivo inicial, que era evitar la destrucción de los populares jardines.

De hecho, Gezi se ha revitalizado durante estos meses de forma exponencial; sin duda el mayor cambio en positivo se produjo con la destrucción de los bajos comerciales, lo que ha facilitado la creación de una falda de césped que es aprovechada por los ciudadanos para tomarse un descanso y desde la que ahora se obtiene una vista privilegiada de la Plaza de Taksim; descanso que se ve reforzado por el desvió de tráfico por los recién inaugurados túneles y la peatonalizacion parcial del entorno. El parque Gezi ha dejado de ser un espacio relativamente marginal, ha convertirse en un elemento más del esparcimiento social de la ciudad. Con todo, el estado actual del parque aún dista mucho de ser el adecuado, de hecho el aire de temporalidad sigue flotando en el ambiente y de hecho pronto su fachada sufrirá nuevos cambios.

Hace unos días el alcalde de Estambul, Kadir Topbaş, ha desvelado su proyecto de reforma del Parque Gezi y del entorno que rodea el conocido Monumento a Atatürk. Las obras están previstas que se inicien en marzo y llenará de verde el corazón de Taksim; el parque de Gezi no solo se conservará, sino que se reformará para hacerlo más útil y atractivo para los ciudadanos; la plaza de Taksim también lavará su cara con bancos e isletas de árboles que darán más vida al entorno. Además, se prevé la construcción de nuevos túneles que permitirán una nueva reordenación del caótico tráfico de la zona.

El proyecto claramente se lanza en un ambiente preelectoral, ya que pronto se van a llevar a cabo elecciones municipales en Turquía, pero con todo es de agradecer el cambio de aptitud y la reforma en positivo de un espacio público que nunca debió quedar bajo los intereses de la especulación urbanística.
Con todo no debemos olvidar lo sucedido en esta plaza y que el mismo alcalde y su partido gaseaban a los ciudadanos por defender exactamente lo mismo que ahora están proponiendo. Así, pese a que me alegro de la reforma y la veo en grandes líneas acertadas, me hubiera gustado que el diálogo y la democracia hubiera imperado en el pasado y que hoy esta nueva imagen no estuviese levantada sobre la sangre de los fallecidos aquellos días.

Actualizado el 14 febrero, 2014.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño


Deja un comentario