Tumba de Şemsi Efendi

Cementerio Dönme de Bülbülderesi

El cementerio de Bülbülderesi en Üsküdar no es un camposanto cualquiera, ya que aquí guarda eterno descanso a un gran número de seguidores de la secta dönme, una religión mixta judeo-musulmana que tuvo gran influencia en el Imperio Otomano.

Aunque no todas las tumbas del cementerio son de la comunidad dönme, estas son las más singulares y valiosas, al ser uno de los pocos recuerdos existentes de esta religión que se considera prácticamente extinguida.

Tumba Dönme en Estambul

¿Quiénes eran los Sabateos o Dönme?

Esta comunidad, originaria de Salónica, fue conformada en sus inicios por judíos que, durante el siglo XVII, se unieron al mensaje del autoproclamado mesías Sabbatai Zevi, un rabino sefardí de gran carisma que generó un fuerte impacto en las comunidades judías que se encontraban bajo el influjo del Imperio Otomano.

La creciente popularidad de Mehmet IV preocupó al sultán, quien decidió capturarlo y darle la opción de convertirse al islam o morir. Su decisión de cambiar de religión causó un cisma entre sus correligionarios; algunos regresaron al judaísmo ortodoxo, mientras que otros, siguiendo a su líder, se convirtieron y formaron una nueva religión que mezclaba el islam con elementos del judaísmo, el sufismo y el cabalismo. A estos seguidores se les llamó Dönmes, que en turco significa conversión o rotación.

Tumba de un seguidor de Sabbatai Zevi

Como nuevos musulmanes, los Dönme pudieron obtener puestos de poder civil que antes les estaban vedados por ser judíos y desarrollaron importantes carreras en el comercio, sobre todo en el tabaco, ya que Salónica era una de las ciudades más prósperas del Imperio Otomano.

Mantuvieron su carácter de sociedad cerrada, sin permitir matrimonios fuera de la comunidad, viviendo en sus propios barrios, asistiendo a colegios prestigiosos (uno de los cuales fue el de Kemal Atatürk, padre de la Turquía moderna) y practicando su religión en secreto.

Tumba sabatea

La vida de los Dönme comenzaría a cambiar en 1912 con la ocupación griega de la ciudad, momento que perdieron su estatus privilegiado, y especialmente a partir de 1923 tras el intercambio de población entre Grecia y Turquía, derivado del Tratado de Lausana.

Los sabateos fueron forzosamente trasladados a Estambul, donde su comunidad fue incapaz de mantener su cohesión étnica y progresivamente fueron asimilados.

Hay que tener en cuenta que los Dönme a su llegada a Turquía fueron considerados «como extranjeros» y se vieron sometidos a constantes prejuicios, incluida la aplicación de la injusta y desproporcionada tasa de riqueza de 1942 que gravó en gran medida a las minorías religiosas.

Tumba de una mujer Dönme

En poco tiempo, los Dönme perdieron no solo el uso del «ladino» como lengua vehicular (era la lengua principal en la Salónica otomana), sino que empezaron a casarse fuera de la comunidad y adoptaron masivamente el secularismo promovido por la república.

En la actualidad, se considera que la religión ya no es practicada, aunque existen fuentes que afirman que la misma se sigue ejerciendo en secreto; de hecho, la existencia de una comunidad cripto-dönme es el foco de innumerables teorías de conspiración en la sociedad turca contemporánea.

Un paseo por el cementerio de Bülbülderesi

Aunque existen otros cementerios Dönme en Estambul, el de Bülbülderesi es el camposanto donde se concentra mayor número de tumbas de esta religión y por lo tanto, es un lugar ideal para todos aquellos que buscan entender mejor el legado de los seguidores de Sabbatai Zevi.

Las tumbas sabateas están llenas de símbolos que las diferencian de las otras musulmanas; la principal característica es que no están orientadas hacia La Meca, además de que muestran diferentes símbolos esotéricos o cabalistas o reflejan en la lápida que su origen es de «Selanik».

Cementerio sabateo en Estambul

Uno de los elementos que más llaman la atención a los visitantes es la presencia de dibujos de mariposas; no está claro el significado que la comunidad daba al insecto (hay que tener en cuenta que los Dönme era una comunidad muy hermética y no se sabe mucho de sus prácticas), pero algunos apuntan que es un símbolo de la conversión religiosa, mientras que otros hablan de un significado relacionado con la temporalidad de la vida.

Otro de las señales de que nos encontramos ante un dönme son sus fotografías, las cuales mayoritariamente están firmadas por el artista Osman Hasan.

dönme

Aunque en la actualidad las tumbas musulmanas sunníes también muestran muchas veces fotos de los difuntos, en el momento de la llegada de los dönme esto no era una práctica habitual en el Islam turco; por lo tanto, estas fotos son verdaderas joyas y suponen, además, un estudio etnográfico no solo de la apariencia de la comunidad Dönme, sino también de la vestimenta otomana de principios del siglo XX.

Mujer dönme

La mayoría de las tumbas del cementerio son pertenecientes a las familias Karakaş y Kapancı y entre ellas se encuentran figuras destacadas de la historia de Turquía, de las que podemos destacar:

  • Şemsi Efendi. Primer profesor de Atatürk en Salónica y fundador de las escuelas Terakki y Fevziye, esta última fue precursora de la prestigiosa Universidad Işık.
Şemsi Efendi
  • Azra Erhat. Academica y arqueologa, que está considera como una de las pionera del humanismo turco.
  • Hasan Tahsin. Periodista y patriota turco.

Un rincón que merece la pena visitar

Visitar el cementerio de Bülbülderesi es una experiencia que enriquece, una lección de historia, no solo sobre los sabateos, sino de cómo los humanos tenemos interpretaciones diferentes sobre la vida y la muerte.

Cada tumba nos invita a reflexionar sobre aquellos que una vez habitaron la ciudad de Estambul y cómo todos nos enfrentamos a la fragilidad de la vida, mientras buscamos significado a la misma. Quizás en este rincón secreto no encontremos una respuesta, pero seguro que nos ayudará a elaborar mejor las siguientes preguntas.

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Actualizado el 27 febrero, 2025.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño