Cualquiera que haya visitado Estambul, se ha dado cuenta de que el animal de compañía por excelencia de la cultura turca es el gato, se trata de un vínculo que viene de antiguo cuando los gatos salvajes empezaron a merodear las casas de campo en búsqueda de roedores, generándose con ello una especie de simbiosis beneficiosa que fomentó con el tiempo una relación fraternal.

Las fuentes históricas turcas, ya hablan de que los sultanes otomanos adoraban a estos felinos y era habitual su presencia en los jardines de los palacios; pero no solo en ámbitos palaciegos los gatos reciben mimos y reverencias, así la gente de Estambul de forma anónima suele alimentar a los gatos callejeros, los cuales incluso reciben los parabienes de parte del gobierno local, que ha colocado pequeñas casas de madera que les sirven de refugio.

Además, el Islam, religión mayoritaria en Turquía, siempre tuvo en gran consideración a estos animales, de hecho se dice que los gatos eran el animal favorito de Mahoma. Existe una leyenda que dice que Muḥammad tenía una gata llamada Muezza, un día la dulce minina se quedo plácidamente dormida sobre la túnica de su dueño; Mahoma no queriendo molestarla, corto con una tijera su túnica para que la gata siguiera durmiendo mientras el iba a realizar sus tareas, a su regreso la gata recibió al profeta con manifiesta alegría, algo que emocionó a Mahoma que otorgó a todos los gatos la gracia de caer de pie y de entrar en el paraíso.

Sea cierto o no, los gatos suelen ser numerosos en los patios de las mezquitas y en los cementerios donde suelen dormir la siesta entre las tumbas, de hecho muchos visitantes extranjeros recogen estas escenas en sus fotografías de viaje. Se podría decir que los gatos son una parte más del encanto de la ciudad, unos animales que parecen guardar toda la pureza y belleza del alma de Estambul.


Actualizado el 12 octubre,2016.
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Muchas gracias por tu comentario e interesante el artículo que escribiste espero que desarrolles mas tu blog, ya te sigo en twitter. un saludo
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mmm que lindo quisiera que en Guatemala hiciéramos lo mismo con mis animales favoritos ☺ me encanto la historia de Mahoma ☺
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hola Amarilis, si en este caso los turcos son verdaderos amantes de los gatos y los tratan genial, aunque luego se muestran bastante indiferentes ante los perros, existiendo muchos perros callejeros y pocas familias que tengan perros como mascotas, al menos en Estambul
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Cierto es que ennoblece la tarea de cuidar gatitos sin hogar, aunque, como bien dices,también este trato debería extenderse a los perritos por igual, al final creo que también reciben cuidado, ojalá sea así,ya que la esencia de un pueblo se ve en el trato hacia los seres que dependen del hombre. Saludos y gracias por estos artículos tan interesantes.
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de nada, y ultimamente parece que crece la pasión por los perros, pero no es de lejos nada comparable por el amor a los gatos y aun existe mucho prejuicio especialmente hacia los perros callejeros
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Me gusta mucho Estambul, y me siento identificada con su gente, y su amor por los gatos.Saludos
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Hola:me gusta mucho Estambul y me siento identificada con su gente por el amor hacia los gatos. Un saludo afectuoso
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Hola, un saludo a ti tambien, la verdad que los gatos son parte fundamental del día a día de Estambul, sin ellos la ciudad de Estambul perdería parte de su alma
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Me encantan los gatos, y estaré un día en Estambul, combinación ganadora, luego regresaré por más de ese país maravilloso.
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