Si nos adentramos en los barrios más tradicionales de Estambul, podemos ser testigos de uno de los elementos mas auténticos de la vida diaria turca: las cestas colgantes

Gran parte de la parte de los barrios de la ciudad están constituidos por casas bajas de entre 2 y 5 alturas, hecho que facilita que mucha de la comunicación diaria entre vecinos y viandantes aun se realice a través de las ventanas y a viva voz; esto unido al carácter ambulante de muchos vendedores turcos y la existencia de innumerables tiendas de bebidas y comida de pequeño tamaño (conocidas como Bakkal) provoca un fenómeno singular consistente en que muchos turcos adquieren productos directamente desde sus casas lanzando por sus ventanas cestas de pequeño tamaño (de mimbre o de plástico) atadas a una cuerda donde el vendedor pondrá los bienes adquiridos y a través de las cuales recibirá también al dinero por el servicio.
Normalmente el cliente llama la atención del vendedor y tras concretar el precio, el cliente lanza la cesta con el dinero en su interior y el comerciante devolverá la misma con los productos adquiridos y así como con el cambio correspondiente. Si se trata de una tienda pequeña de barrio, el tendero por lo general suele anotar el coste de los productos en una libreta, generando pequeñas cuentas que los vecinos van liquidando en días posteriores. Las cestas también son habitualmente usadas por las familias para enviar a sus parientes objetos olvidados tales como llaves, móviles etc.

La escena de turcos lanzando y recogiendo sus cestas es uno de los elementos más singulares del día a día de Estambul y aunque en muchas zonas modernas la costumbre se esta perdiendo, aun es muy habitual verla en los barrios más tradicionales, vecindarios donde los tenderos aun se fían de sus vecinos y en el que la compra en ocasiones se hace a través de pequeñas cestas.
Actualizado el 28 septiembre,2016.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño
excelente!!! asi conocemos mas de un cultura muy fascinante!!!
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