Una mujer con un largo vestido de novia camina pausadamente por el Atatürk Arboretum; tras ella, discurre una comitiva conformada por un grupo de fotógrafos que buscan captar cada gesto de la futura esposa. El novio la mira con ternura, ambos saben que esta tarde todos los nervios de una boda turca se transformarán en alegría desbordante, pero ahora, es momento de regalar sonrisas, porque el reportaje de boda debe ser impecable, y el entorno ya lo es; solo falta que los protagonistas se entreguen por completo a este mágico instante.

Esta escena se repite de forma recurrente en este jardín botánico situado en las inmediaciones del Bosque de Belgrado, ya que la fotogenia de este lugar es tal, que son muchas las parejas de novios que buscan utilizarlo como marco de sus fotos.
Los amantes de la fotografía (profesionales o aficionados) son algunos de los visitantes más habituales de este rincón verde de Sarıyer, porque el parque tiene la propiedad innata de mutar según las estaciones, regalando paisajes tan diferentes y bucólicos que uno solo puede retratarlos.

Pero no todos vienen aquí por una buena instantánea, mucha gente se acerca con el fin de reconectar con la naturaleza y hacer ejercicio mientras camina por sus senderos, que rodean lagos y extensiones boscosas.

Este Arboretum fue inaugurado en 1982 (aunque se lleva trabajando sobre el terreno desde los años 50) y lleva el nombre del fundador de la república turca, Kemal Atatürk, a quien se rindió homenaje con el motivo de los 100 años de su nacimiento.

Fue impulsado por la Universidad de Estambul, que lo utiliza como campo de estudio para sus estudiantes e investigadores, aunque está abierto a todos los públicos.
La combinación de especies perennes y de hoja caduca de este museo vegetal sirve de hábitat para numerosas especies animales, entre las que destaca una comunidad de corzos, que se esconden en la zona más boscosa del parque.
La luz va cambiando a lo largo de nuestra visita y el Arboretum crea nuevos paisajes; la verdad es que su constante capacidad de metamorfosis es cautivadora. Así, a veces te sorprende con los colores rojizos del otoño, otras veces con la floración de primavera e incluso, en ocasiones, es el níveo color de la nieve quien domina el cuadro.
En esta visita nos tocó una agradecida sombra que nos protegía del rigor del verano, pero ya estamos a la espera de qué sorpresas visuales nos deparará futuras visitas a este búcolico rincón de la ciudad de Estambul. Atatürk Arboretum, ya tenemos ganas de volver.

Actualizado el 3 abril, 2025.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño


Replica a Nora Romano Cancelar la respuesta