Aunque es desconocido por gran parte del público extranjero, el palacio del Jedive (Hıdiv Kasrı en turco) es uno de los monumentos más bellos del lado asiático de Estambul; una espectacular mansión Art Nouveau que en el pasado sirvió de residencia del Jedive egipcio y que hoy se ha convertido en uno de los destinos favoritos para el esparcimiento de los habitantes del distrito de Beykoz.
El Jedive es un titulo honorifico otorgado por el gobierno otomano y que fue utilizado fundamentalmente como forma de distinción a la dinastía creada por Mehmet Alí en Egipto; linaje, que pese a su gozar de una gran autonomía, mantenía vínculos de vasallaje con el Imperio Otomano.
El uso del titulo de Jedive, venía acompañado de ciertas prebendas, entre ellas el de poder construir lujosas mansiones en Estambul, como las que aun podemos observar en el parque de Emirgan o en Bebek.
De esos privilegios surgió la idea de construir un palacio en el barrio de Çubuklu, que sería promovido por el Jedive Abbas Hilmi Paşa, que daría libertad al arquitecto italiano Delfo Seminati para construir una mansión al estilo de las existentes en la Toscana, pero complementada con diseños arquitectónicos propios del modernismo y reminiscencias del neo-clásico otomano.
La abolición del Jedivato, tras la ocupación británica de Egipto, provocó una progresiva decadencia económica de los herederos de Mehmet Alí que acabaron por vender la mansión al gobierno municipal de Estambul en el año 1937. Tras operar por un tiempo como hotel, su gestión fue transferida a una empresa municipal de restauración que gestiona el mismo como un espacio abierto a todos los ciudadanos de Estambul.
El hecho de ser un espacio gratuito para la ciudadanía es un plus que enriquece aun más a este emblemático palacio, más aun cuando descubrimos que se encuentra estratégicamente situado para poder admirar la belleza del Bósforo, especialmente si uno lo hace desde su torre del reloj que define la cuota en altura del monumento.
El edificio fue inaugurado en 1907 y en su exterior existente una serie de fuentes y piscinas alrededor de las cuales ha crecido una cafetería, donde uno puede disfrutar de un te o un dulce turco.
El agua también brota en el interior del edificio, en este caso a través de una fuente situada en el hall principal, cuyo fluir acompaña a los visitantes del restaurante ubicado en su interior, el cual es especialmente popular para bodas, eventos y grabaciones de series de televisión.
Todo el edificio se acompaña del abrazo del bosque, que oferta un agradable sendero circular y en el que destaca una interesante cascada artificial y varios miradores plenos de romanticismo.
El Palacio del Jedive en Çubuklu es un ejemplo más de la gran riqueza monumental de Estambul, una ciudad en el que el patrimonio histórica es tan extenso, que nunca deja de sorprenderte, pero si todas las sorpresas son como las de esta Mansión Art Nouveau, bienvenidas sean.
Actualizado el 21 mayo, 2024.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño
Planeta Estambul 