Pese a que Turquía cuenta con algunos de los mejores arenales del mundo, ninguno de ellos se sitúa en el entorno inmediato de la ciudad de Estambul; esto es consecuencia de la combinación producida por un lado por la configuración propia de la costa del Bósforo o del Mármara y por otro por un exceso de urbanización en su primera línea de mar. Así cuando los estambulís quieren buscar refresco durante los asfixiantes veranos optan fundamentalmente por dos opciones, o bien escaparse a las minúsculas calas de las Islas Príncipe o coger el coche y trasladarse a las más extensas playas situadas en el Mar Negro.

Las playas del Mar Negro son reductos de arena de cierta belleza que se extienden por toda la costa norte de Estambul, entre las que destacan especialmente los tramos de costa ubicados en el término municipal de Kilyos o Şile.

Kilyos es un espacio no demasiado urbanizado, por lo menos hasta ahora, y que guarda en sus cercanías interesantes sistemas dunares que se entremezclan con vegetación arbustiva y forestal; con todo es importante decir que gran parte de sus arenales, como sucede con la conocida Playa de Gümuşdere, han sido colonizadas por clubes privados que gestionan el ocio veraniego con un paquete integrado que incluye tumbonas, sombrillas, vestuarios, vigilancia propia y servicio de comida y bebida bien sea en la propia playa o en sus locales de ocio; algunos clubs, especialmente los destinados a gente joven, ofrecen incluso sesiones de djs y fiestas a pie de playa.

Indicar que en Turquía gran parte de las playas son privadas y exigen el cobro de una entrada o pago de una consumición en sus instalaciones, que en ocasiones puede resultar algo extremadamente caro; esto sorprende mucho al turista español que está habituado a no pagar por el acceso a los arenales costeros.

El Mar Negro es bello a la vez que revuelto y en Kilyos se muestra acompañado de cierto oleaje y peligrosos remolinos, por lo que es necesario ser cuidadoso a la hora de bañarse en ciertas zonas; con todo los vigilantes de las playas suelen estar extremadamente atentos y advierten constantemente a los bañistas cuando estos se adentran en las áreas más peligrosas.

Kilyos es que la zona es ideal para el relax veraniego, no demasiado masificado y donde uno puede disfrutar del sol a la vez que puede sentirse un poco niño saltando sus frecuentes olas, una alternativa más al completo ocio de la ciudad de Estambul.

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Actualizado el 21 marzo, 2021.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño