La construcción del túnel submarino Marmaray supuso una revolución en la forma de entender el transporte público en la ciudad de Estambul; con todo la línea de metro que transcurría por su interior no había mostrado aún su entero potencial, ya que quedaban obras por terminar como el tramo que recientemente se ha inaugurado y que comunicará las estaciones de Yenikapi y Aksaray.

Podría ser un tramo más de la línea M1, pero esta conexión va a permitir que los usuarios del Marmaray procedentes de Üsküdar (en el lado asiático) puedan extender su recorrido hasta el aeropuerto de Atatürk; un hito que facilitara la vida de los millones de pasajeros asiáticos que usan en sus viajes este centro aeroportuario.
Además, el tramo permitirá enlazar la Línea M1 con la M2, con lo que se abre un corredor excepcional para que los habitantes del Oeste de Estambul puedan alcanzar Taksim (corazón espiritual y comercial de Estambul) en un tiempo razonable.
Una apuesta acertada por el transporte público en una ciudad que siempre vive agobiada por el tráfico y su contaminación y que a partir de hoy será más fluida y habitable.
Actualizado el 12 noviembre,2014.


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