Muchos visitantes primerizos de Estambul son incapaces descubrir la infinita diversidad de lugares de interés localizados en las inmediaciones de la peatonal avenida İstiklâl, hecho que les hace llevarse una opinión confusa y en ocasiones incluso negativa del que es el verdadero epicentro social y cultural de la ciudad; con todo se trata de un error comprensible porque la mayor parte de los secretos de esta histórica calle se encuentran tras la fachada de los edificios como sucede con las teterías ubicadas en el patio interior del Pasaje Hazzopulo (Hazzopulo Pasajı en turco).

Este coqueto patio nos traslada a una época en la que la población no musulmana (griega, armenia…) dominaba la actividad comercial de Beyoğlu, cuya «prosperidad» se tradujo en un gran número de galerías comerciales que entremezclaban la actividad mercantil pura de las tiendas con una cierta oferta de ocio gastronómico; uno de estos pasajes fue el de Hazzopulo el cual recibió el nombre de la familia griega que lo gestionó y financió, de hecho el espacio estaba tan vinculado a la comunidad ortodoxa que cuenta incluso con acceso directo a la cercana iglesia de la Virgen María.
La población griega de Estambul sufriría amargamente las consecuencias del violento Pogromo de 1955, que conllevó la emigración masiva de la comunidad y la perdida de sus propiedades entre ellas el control del pasaje que incluso durante un tiempo fue denominado Danışman Geçidi, nombre impuesto por la junta militar nacida a raíz del golpe de estado de 1980 y que buscaba, con este gesto, eliminar sus orígenes griegos.
Construido en 1871, el Pasaje Hazzopulo se conecta a la calle İstiklâl a través de una discreta puerta, tras la cual aparece una angosta galería flanqueada por varias tiendas predominante de bisutería; tras una veintena de metros de estrecheces, la luz natural se hace dueña del entorno y nos ilumina un hermoso jardín de te empedrado con rocas del Mar Negro procedentes de Yalıköy (antigua Podima) y en la que varios árboles acompañan en su perfil a decenas de mesas así como a pequeñas tiendas y puestos de libros.
Este bucólico patio pasa desapercibido para la mayoría de los turistas, pero siempre ha sido muy popular entre la intelectualidad turca, quienes históricamente han usado sus mesas de te como punto de encuentro cultural y político, de hecho desde aquí se publicaba el periódico İbret uno de los principales órganos de expresión del movimiento reformista de los Jóvenes turcos.

Actualmente el público son mayoritariamente estudiantes universitarios quienes consumen te y nargile mientras charlan animadamente o juegan a juegos de mesa tradicionales como el backgammon.
Oasis de libertad, este patio ha servido de escenario a innumerables películas turcas como es el caso de Gizli Yüz de Ömer Kavur; un singular espacio que enamora a quien lo conoce porque existen pocos lugares tan agradables y fotogénicos como esta plaza pública, que si bien esta oculta al gran público se muestra siempre abierta para el disfrute de quienes quieran descubrir mas a fondo los secretos de la siempre mágica Estambul.

Actualizado el 13 abril,2022.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño
Fabuloso espacio, un poco más allá disfruté de unas cervezas…!
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si es un sitio fabuloso son sitios ideales para disfrutar de lo mejor del estilo de vida turco 🙂
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Me encanta tu blog, siempre lo leo, hacés un gran trabajo! No dejes de escribir! Saludos desde Argentina!
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muchas gracias por tu comentario y suerte con tu proyecto 🙂 tu tampoco dejes de seguirme. un abrazo
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