Es desconocido por muchos, pero una importante significativa de la población turca (se habla del 15 %) profesa la fe aleví, una rama del Islam heterodoxa que profesan una autentica veneración a la figura de Alí, yerno y primo de Mahoma.
Es difícil describir la compleja idiosincracia de esta religión con fuerte presencia en el centro y sureste de Anatolia, dado que la misma no se rige por unos estándares definidos, pero una de sus características es que carecen de mezquitas y sus reuniones religiosas se realizan en los conocidos como Cemevis, siendo el de Okmeydanı uno de los más conocidos de Estambul.

Los cemevis no solo son centros de oración sino que generalmente asumen funciones sociales y educativas que ayudan a cohesionar la comunidad, que en Estambul suelen reunirse todos los jueves en una ceremonia donde hombres y mujeres comparten el mismo espacio físico, a diferencia de lo que ocurre en otras corrientes del islam.
Más allá de la gran presencia de mujeres en las ceremonias, el alevismo moderno tiende a no hacer diferenciación social entre hombres y mujeres, quizás lo que más sorprende de un cemevi a un no iniciado, es la gran cantidad de retratos de personas que cuelgan las paredes del recinto, algo que choca con la visión contraria a la representación humana en el islam; mayoritariamente los retratos son de Alí, pero también se reflejan otras figuras importantes para el alevísmo y el Islam.
Sin grandes alardes decorativos, el cemevi de Okmeydanı sigue el patrón circular de este tipo de centros religiosos, que favorece la acción litúrgica de su guía espiritual o Dede, así como las representaciones folclóricas de baile y música habituales en las ceremonias alevís.

El gobierno turco no reconoce al alevísmo como religión propia ni a los cemevis como templos, en gran parte por sus divergencias con el islam Suní, el cual históricamente ha sido el favorecido políticamente; así el hecho de considerarse musulmanes, pero no ayunen durante el Ramadán, ni recen 5 veces al día, ni consideren el Corán como su libro santo (solo un texto sagrado más), hace que muchos musulmanes sunís consideren a los alevís como herejes. Como consecuencia de esto, los cemevis en Turquía solo pueden funcionar como fundaciones culturales y no reciben muchos de los beneficios que si tienen otras religiones en Turquía.
En el caso del cemevi de Okmeydanı, el edificio pertenece a la Fundación Hacı Bektaşı Veli Anadolu Kültür, organización sin animo de lucro, cuyo nombre homenajea a Hacı Bektaş-ı Veli, místico sufí fundador de la secta Bektashi y cuya imagen, en la que aparece abrazando a un ciervo y a un león, ocupa una posición preferente tanto en el exterior como en el interior del edificio.
Okmeydanı es una barriada relativamente pobre, que creció en gran medida por la emigración de mediados del siglo XX de turcos del centro y este de Anatolia, muchos de los cuales eran alevís. Así, la comunidad aleví pasó de tener una presencia testimonial en Estambul a tener dominancia en número en algunos barrios como el de Okmeydanı, tal como se demostró en el masivo entierro del joven Berkin Elvan, fallecido en el contexto de los Disturbios del Parque Gezi, cuyo funeral se oficio en el Cemevi de Okmeydanı.
La existencia de cemevis así como otros templos de otras minorías religiosas, es el principal reflejo de una Estambul diversa y multicultural y sin duda la principal seña de identidad de esta sorprendente ciudad, la cual tiene que ser explorada una y otra vez para conocer todos sus secretos.

Actualizado el 07 marzo,2022.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño
interesante
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muy acertadas e interesantes sus comentarios.
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