Son las 8 de la noche y la mayoría de los turcos acaban de finalizar su cena; de pronto el ambiente sonoro comienza a ser invadido por canciones melódicas procedentes de los televisores- Las telenovelas turcas acaban de comenzar y Turquía se dirige al sofá a disfrutar de su deseado ritual diario.
Las telenovelas son uno de los elementos que más caracterizan el actual sector audiovisual en Turquía y aunque no son productos nuevos, históricamente siempre se han emitido este tipo de shows, las novelas son cada vez más logradas y las cadenas de televisión invierten cada vez más en su producción y promoción; inversión muy rentable eso sí y no solo por el hecho de las espectaculares audiencias que tienen en Turquía (por ejemplo la novela Amor prohibido, llegó alcanzar cuotas de pantalla de un 73% en su último capítulo), sino porque las mismas tienen un creciente impacto internacional, hasta el punto de que Turquía ya es el segundo exportador de telenovelas a nivel mundial.
Pero, ¿en dónde reside el éxito de estas novelas? ¿Por qué las mismas están triunfando a nivel internacional? No es una cuestión sencilla, pero vamos a intentar responderlo, intentando conocer primero mejor el contexto y las características de estos productos televisivos.
Características de las telenovelas turcas
Para empezar es necesario señalar que conceptualmente las novelas turcas difieren mucho a las que estamos habituados en algunos países como España; una de sus principales características es que las mismas en Turquía no tienen esa consideración de producto menor orientado a ser consumido solo por amas de casa, de hecho, se exhiben en prime time y los mejores actores del país como Halit Ergenç o Beren Saat no dudan en participar en las mismas.

Otro elemento destacado es que, a pesar de su temática trágico-amorosa, son difíciles de diferenciar de las series normales. Muchos turcos no las consideran telenovelas y las asocian más con los «culebrones» latinoamericanos, que solían ser muy populares en Turquía. Esto se debe a que los capítulos se emiten semanalmente, no diariamente, como en España o Portugal, y a que las producciones turcas cuentan con mayor inversión y recursos que muchas telenovelas venezolanas o mexicanas.
Estos elevados costes son en parte debidos a la pasión inherente de los turcos por grabar en localizaciones reales fuera de los estudios, así muchas de las escenas se graban en exteriores aprovechando con ello el enorme potencial que ofrecen los paisajes naturales y urbanos de Turquía y especialmente los de Estambul.

Las telenovelas turcas (türk dizileri en turco) también destacan porque sus capítulos son muy largos (muchos actores turcos se han quejado de su largo metraje ya que les obliga a realizar interminables y agotadores rodajes) y de ritmo lento, con muchos silencios e invitaciones a la reflexión. Los capítulos duran de media 90 minutos a lo que hay que añadir que las teles turcas les incorporan un importante volumen de anuncios, lo que hace que el visionado sea en ocasiones tedioso para el televidente; esta duración excesiva ha provocado que algunos países hayan recortado significativamente los episodios con el fin de adaptarlas al gusto del público local.
Por otra parte, las novelas turcas conceden gran importancia al diálogo gestual, de hecho, las cámaras suelen regalarnos intensos primeros planos que logran transmitir gran dramatismo e intensidad a la historia.
Las pausas reflexivas, a través de los silencios, traen a la luz la tristeza o el arrepentimiento, mientras que el continuo intercambio de miradas expresa el amor, el odio, la pasión, la esperanza o la ilusión, elementos clásicos de las telenovelas románticas que en Turquía son expresados en gran medida a través de estos gestos. Momentos íntimos que son reforzados a través de la música, generalmente instrumental, con temas sonoros de profunda raíz turca que acompañan en todo momento el desarrollo de la trama.

La línea argumental suele ser la de un melodrama clásico, romántico y tradicional; para el público occidental pueden resultar ligeramente conservadoras, bien por la importancia que se concede a la familia o al honor, bien por los roles dominantes que siempre asumen los hombres o porque no existen escenas de sexo (solo se intuyen). Pero desde el punto de vista turco no lo son tanto, así no suelen verse muchas mujeres con velo y suelen representarse de forma más frecuente las capas más modernas del país, de hecho, muchos sectores religiosos de Turquía las condenan y regularmente ponen el grito en el cielo por muchas de las escenas o situaciones que se muestran.
Asociado a la presión religiosa y la política del gobierno turco, surge una autocensura en las televisiones. Aunque las productoras intentan abordar dramas del país, a menudo ceden a las presiones y producen contenidos más neutros y edulcorados, aceptables para el público conservador. Temas como las relaciones del mismo sexo y problemas sociales como la falta de democracia y libertad de expresión son raramente tratados. Además, las complejidades de las minorías se ignoran, creando una imagen estandarizada del pueblo turco que no refleja la realidad del país.
Tipos de novelas turcas
Aunque existen innumerables clasificaciones, en grandes líneas se pueden distinguir tres tipos de telenovelas turcas que muestran características claramente diferenciadas:
a) Dramas históricos o basados en novelas clásicas
En esta clasificación se encuentran aquellos melodramas ambientados en el pasado histórico de Turquía o bien basados en textos clásicos de la literatura turca, claros ejemplos de este tipo son series de corte otomanas como Suleimán (Muhteşem Yüzyıl en turco) o su sucesora Kösem.

Este tipo de novelas gustan de mostrar todo el esplendor del Imperio Otomano y suelen reflejar las intrigas amorosas y de poder características de la época; hay un cierto abuso de la grandiosidad visual y las escenas transcurren mayoritariamente en palacios y mansiones de la ciudad de Estambul, ya que esta fue la capital durante el período otomano. La escenografía y vestuarios suelen ser muy logrados y el trasfondo histórico las hace quizás las más ricas del género turco.
b) Melodramas del Centro-Este de Turquía
Son telenovelas que siguen una línea más clásica y hasta cierto punto conservadora y que se caracterizan por reflejar situaciones propias del ámbito rural del Centro-Este de Anatolia.

Hablamos novelas como Sıla, donde predominan los dramas familiares y en donde las cuestiones de honor constituyen los ejes centrales. Son productos normalmente rodados en regiones como la Cappadocia o Mardin y hasta cierto punto resultan exóticas, tanto por sus paisajes como por sus temáticas, para el espectador turco más urbano y abierto.
Estas series han contribuido a crear una imagen ligeramente distorsionada sobre la realidad que se vive en estas partes de Turquía, creando estereotipos que muchas veces están alejados de la realidad.

En estas novelas se muestra parte de la enorme diversidad de vestimenta propia de las zonas rurales de Turquía aunque normalmente los protagonistas suelen vestir ropa moderna, ayudando con ello a generar una fuerte distinción entre unos personajes principales, que suelen luchar contra el corsé social que limita su amor, y ciertos miembros de sus familias o del entorno cercano que actúan como garantes del sostenimiento de las tradiciones para lo cual suelen hacer uso de la represión psicológica o física.
Son novelas interesantes para conocer tradiciones propias de la sociedad turca que en muchas partes del país se han perdido, aunque muchas veces estos rasgos culturales son exagerados para conseguir un impacto mayor en la audiencia.

c) Telenovelas modernas
Historias de corte clásico, donde los celos, las mentiras, la codicia o la pasión se juntan con graves secretos que se van desarrollando a lo largo de la trama, que siempre esáa llena de sorpresas y giros inesperados.
Muchas de ellas suelen caracterizarse por seguir el modelo tradicional de las telenovelas con una pareja de protagonistas, guapos y elegantes, que sortean todas las dificultades que la sociedad y la familia le impone o bien se enfrentán a profundos traumas de su pasado.

En otros casos se trata de narraciones basadas en los oscuros secretos de los protagonistas, como sucede por ejemplo en el caso del El secreto de Feriha (Adını Feriha Koydum en turco); mentiras que son desenmascaradas a lo largo de los episodios en donde se entremezcla, el amor con la ambición y la codicia.
Generalmente, se trata de dramas ambientados en familias ricas asentadas en grandes urbes como Estambul, de hecho la mayoría de ellas muestran continuos planos de esta ciudad, así el Bósforo y muchas calles emblemáticas suelen aparecer en las mismas ayudando a generar un ambiente sofisticado y moderno.
La mayoría de este tipo de novelas están basadas en adaptaciones libres de libros publicados previamente como sucede con Las mil y una noches (Binbir Gece en turco), y normalmente no aparecen en ellas protagonistas vestidos al modo tradicional y se centran en personajes educados o de perfil social alto o que aspiran a él.

Son los productos menos exóticos, pero a la vez los más fácilmente exportables, al tratarse de telenovelas que tratan conceptos universales que pueden ser comprendidos en cualquier lugar del mundo. Generan una imagen de Turquía muy parcial, ya que en las mismas se excluyen a importantes sectores de la sociedad que sí forman parte del día a día del país.
¿Cuál es el secreto de su éxito internacional?
Desde que en el año 2006 la serie Gümüs (traducida al árabe como Noor) comenzó a ser exportada con gran éxito a nivel internacional, las telenovelas turcas han alcanzado una inmensa popularidad a lo largo y ancho del mundo.
El motivo básico porque estos melodramas conectan con públicos tan dispares, se basa en esencia al hecho de que las novelas turcas hablan de un lenguaje universal comprensible por todos: el amor
Así gran parte del éxito se debe a que este tipo de telenovelas suponen a la vuelta al concepto clásico que siempre han caracterizado a estos seriales, historias sencillas que hablan de romances bucólicos, de odio, de codicia, historias cercanas y fáciles de entender, con galanes que enamoran la pantalla y mujeres que deshielan los corazones con sus miradas.

Por otro lado, su perfil ligeramente conservador les permite adentrarse en mercados como el árabe (Egipto, Arabia Saudí…) donde las corrientes moralistas controlan férreamente la sociedad y en las que productos procedentes de otros países no tienen cabida al ser estos tendentes a mostrar escenas inmorales (alcohol, sexo….), con todo las novelas turcas son lo suficientemente progresistas para atraer a las nuevas generaciones de estos países (especialmente a sus mujeres), que ven en Turquía a un país modelo con su histórica dicotomía de nación musulmana pero moderna al mismo tiempo.
En países de Europa del Este como Macedonia y Albania, el pasado otomano es clave para su éxito. Esto se debe a que muchos de estos estados comparten una fuerte herencia cultural con Turquía, resultado de siglos bajo el mandato de los sultanes otomanos. Esta conexión se refleja en las tradiciones y estructuras sociales que ayudan a los televidentes a entender y relacionarse mejor con las complejas relaciones en los melodramas turcos.

En Latinoamérica la fama de estos productos sorprende más un sí cabe, ya que se trata de la tierra productora por excelencia de telenovelas. Las series turcas atraen a los hispanos porque son productos nuevos en lo visual y en las tramas, pero clásicos en su concepción con historias humanas universales que son comprendidos fácilmente a ambos lados del Atlántico; el público también busca en ellas un producto alternativo al frenesí, la violencia y el descontrol argumental de muchas telenovelas latinas, apostando por un programa de ritmo lento y que desarrollen sin más los conceptos románticos clásicos inherentes a este género televisivo.

Por otro lado, la diversidad y espectacularidad de los paisajes de Estambul y Turquía, ofrecen una visual exótica que fascina por distinta; algo similar con lo que sucede con los protagonistas, verdaderos galanes y bellezones turcos, cuyos rasgos, por nuevos, atraen mucho a los televidentes de países como Chile o Perú.
Futuro de las telenovelas turcas
Las televisiones turcas continúan a producir series y novelas (Gecenin Kraliçesi, Kösem…) que siguen siendo bien acogidas por el público internacional, de hecho, las mismas están empezando ser vendidas en mercados tan singulares como el de China o Corea.
Con todo su capacidad de penetración en países de Europa Occidental o Estados Unidos es más lento al tratarse de un público más exigente y más reacio al perfil conservador que se muestra en las mismas, pero nunca se sabe ya que en su momento casi ningún experto fue capaz de leer el potencial de las series nacidas en Turquía.
Con todo las telenovelas turcas triunfaran hasta que las mismas pasen de moda y el público se canse del concepto de producto apostando por otro nuevo, pero hasta que esto suceda el mundo seguirá atrapado en el embrujo de este apasionante fenómeno, que ha conseguido que muchos se acerquen con interés a la sociedad y cultura turca.

Esta edición especial titulada Éxito, Mujer y Telenovelas turcas, es realizada en colaboración con el blog Brave readers y consta además de los siguientes artículos:
- ¿Muestran las telenovelas turcas en América Latina, la situación de la mujer en Turquía?
- Reflejo de la mujer y la sociedad turca en las telenovelas de éxito

Actualizado el 2 enero,2025.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño


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