Muy cerca de la popular plaza de Taksim se alza de forma discreta el Liceo francés de Sainte-Pulchérie, un centro educativo que está considerado como una de las mejores escuelas de secundaria de Estambul.

Durante el siglo XIX, Francia fomentó la creación de una red de instituciones educativas a lo largo y ancho del Imperio Otomano, las cuales utilizaban como lengua vehicular el francés y que tenían como objetivo indirecto promover el posicionamiento de Francia como gran nación del momento.

Pese al carácter laico del estado francés, este proselitismo francófono fue llevado a cabo en el extranjero a través de diferentes ordenes religiosas católicas, que en Estambul se establecieron fundamentalmente en barrios cristianos como Kadiköy o Pera; con todo entre sus alumnos no solo había católicos, sino también judíos, musulmanes y cristianos de otras corrientes.

Estas escuelas, en muchas ocasiones, tenían como objetivo promover una élite social y cultural, de ahí que la enseñanza en las escuelas francesas fuese estricta y de gran calidad. De este modo, los liceos franceses pronto alcanzaran un gran prestigio entre la ciudadanía turca, estatus que aun mantienen en la actualidad como sucede con el caso del Liceo de Saint-Joseph en Kadiköy. Además, el paso por instituciones francesas como Sainte-Pulchérie permitía a los alumnos disponer de cuotas propias de acceso a la prestigiosa Universidad de Galatasaray.

La escuela de Sainte-Pulchérie (Sainte-Pulchérie Fransız Lisesi en turco) fue creada en 1846 bajo la administración de las monjas de la Congregación de las Hijas de la Caridad y su nombre rinde homenaje a Aelia Pulqueria, una emperatriz bizantina nacida en Constantinopla y que tiene consideración de santa tanto para católicos como para ortodoxos.

La escuela se instaló inicialmente en las cercanías del Consulado Francés, aunque posteriormente se movería a otros emplazamientos, hasta asentarse definitivamente tras la I Guerra mundial en la calle Çukurlu Çeşme, en una zona donde convive con otros centros educativos cristianos como el colegio griego Zapyon o el armenio Esayan.
La protección de la embajada francesa permitió que la escuela sobreviviese al nacimiento de la nueva república turca y prosperó hasta llegar a contar con hasta 700 alumnos de primaria, número que se fue reduciendo con los años. En 1997, tras una nueva ley de educación que afectaba a las instituciones extranjeras, la escuela tuvo que reconvertirse y paso a funcionar como escuela de secundaria de carácter mixto, condición que mantiene en la actualidad.

Decir que más allá de su labor educativa, el colegio promociona el talento artístico local e internacional y así cuenta con una sala de arte abierta al público en general, hecho que permite a los visitantes conocer el edificio en coincidencia con las exposiciones, un predio de paredes pulcras y con una interesante decoración de principios del siglo XX, en la que sobresale algunos interesantes candelabros de pared.

Un centro único y de gran prestigio, que ha formado a generaciones de estudiantes que han contribuido al progreso humano y social de esta gran ciudad llamada Estambul.

Actualizado el 2 septiembre,2022.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño
Muchas gracias po las informaciones. ..
Velia
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