Esta es sin duda la imagen del día y una de las que marcaran estas semanas de lamentables disturbios; un hombre llega a la plaza de Taksim y enfoca su mirada hacía el Centro cultural Atatürk donde una enorme bandera del fundador de la república preside el edificio y que hace unos días albergaba cientos de pancartas en contra del gobierno. Allí se quedo en silencio, de pie sin moverse durante horas; solo eso, ni un grito ni una palabra, nada.
Tras la difusión de su historia por la red, decenas personas se unieron e imitaron su relajada postura, una respuesta activa y pacifica a la prohibición de las autoridades turcas de manifestarse en Taksim bajo pena de la aplicación de la ley antiterrorista.
Un símbolo de reflexión ante unos disturbios que han estado escaso de eso precisamente, el hombre de pie o «duran adam» es la imagen de la noche de ayer y esperemos que su actitud sea el ejemplo a seguir en lo que queda de conflicto.
Actualizado el 18 junio,2013.
Planeta Estambul 
Parar lo que está pasando en Turquía es como intentar coger el mar con las manos. Los que se oponen con gases y tanquetas están perdidos y lo que es peor para ellos, están haciendo el ridículo.
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Si realmente tienes razón pongo su imagen como símbolo de que es necesario una reflexión nada mas que eso,evidentemente no va a conseguir nada. Es un acto simbólico, pero esta revuelta empezo con la posible destrucción de un símbolo y la gente se quedara con eso o no quien sabe. un abrazp
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En los países civilizados se nos dice que la democracia es algo anodino. Un fuerte conquistado de forma definitiva, pero no es así. Basta que surja un fanático al estilo de Erdogan para cargarse el esfuerzo de muchos años.
Vemos por todo el mundo cómo las legítimas protestas populares se quieren pasar como actos terroristas. Hay que estar en guardia. Saludos.
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Totalmente de acuerdo proeresio, es preocupante ver y no solo en Turquía como cualquier acto de protesta legitima o ilegitima, acaba siendo considerando como un acto terrorista sea cual sea el motivo por el que se hace, pero la represión policial en cambio es convertida en bandera de lo demócrata y es alabado por los gobiernos con medallas y ascensos. Es una paradoja extraña
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