Las murallas bizantinas fueron una obra maestra de la ingeniería militar que permitió a la antigua ciudad de Constantinopla resistir a innumerables asedios a lo largo de su historia.

La llegada de la pólvora y de la artillería pesada la hizo sucumbir ante las tropas otomanas en 1453 y aunque el nuevo imperio dominante integró y restauró las mismas, las nuevas artes de guerra hizo que pronto dejaran de tener esa función de soporte vital de la ciudad y con el tiempo muchos tramos de la misma desaparecieron bien por falta de mantenimiento o como consecuencia de la apertura de nuevas carreteras.
Pese a todo, aún siguen existiendo largas de extensiones de murallas visibles al turista, que permiten definir claramente la extensión histórica de esta hermosa ciudad.

Actualizado el 13 julio, 2024.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño

Replica a alacartemenus Cancelar la respuesta