La Mezquita de Cihangir (Cihangir camii en turco) fue construida en 1560 por Suleimán el Magnífico como homenaje a su fallecido hijo, el príncipe Cihangir, el cual consideraba la antigua zona forestal, donde hoy se asienta el templo, como uno de sus lugares favoritos de Estambul.
Şehzade Cihangir fue el último de los hijos que tuvo Suleimán con Hürrem y desde pequeño tuvo importantes problemas de salud que, por un lado, lo mantuvieron alejado de las luchas por el poder y, por otro, contribuyó a que desarrollara una personalidad sensible y vulnerable.
La muerte del príncipe Mustafa, con quien se encontraba ciertamente unido, provocó gran tristeza en Cihangir y, en consecuencia, su salud empezó a empeorar dramáticamente hasta que acabó falleciendo en noviembre de 1553.

Aunque muchos erróneamente lo creen, la tumba de Cihangir no se encuentra en el patio de la presente mezquita, sino que guarda eterno descanso en la mezquita de Şehzade, junto a la tumba de otros ilustres otomanos como el príncipe Mehmet y el Gran Visir Rüstem Paşa.
El templo dedicado a Cihangir fue originalmente construido en madera, siendo diseñado por el genial arquitecto Sinan, autor de grandes monumentos de Estambul como la Mezquita de Süleymaniye o la Mezquita de Mihrimah.
El aspecto actual de la mezquita es fruto de la renovación realizada en el año 1889 durante el sultanato de Abdülhamid II, ya que el templo original fue arrasado por un incendio. El nuevo templo de piedra replica, a menor escala, el diseño y estilo arquitectónico de la popular Mezquita de Dolmabahçe.
La mezquita, que exhibe dos alminares, ha sido objeto de una reciente restauración, siendo reabierta al culto a finales de 2018.
Para finalizar, indicar que la Mezquita de Cihangir ha dado por extensión nombre a todo el barrio, que a día de hoy se ha convertido en uno de los vecindarios más abiertos de la ciudad, siendo sede de la principal comunidad gay de Turquía.

Actualizado el 19 agosto,2024.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño


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