Hubo un tiempo que la principal institución financiera de Turquía tenía su sede en el barrio de Karaköy en Estambul, hablamos del Banco Imperial Otomano (Osmanlı Bankası en turco) y el cual funcionó como banco oficial del Imperio Otomano hasta la creación del Banco Central de Turquía en 1924.

Nacido en 1863 el Banco Imperial de Otomano fue creado en el contexto de reformas en la administración otomana conocido como Tanzimat y fue creado con el fin de controlar los gastos e ingresos del estado y subvencionar nuevos proyectos de infraestructuras o mismo conflictos bélicos. También fue la empresa intermediaria para la gestión de las emisiones de deuda pública otomana y con los años se convirtió en el papel de tesorero de los fondos imperiales.
Con decenas de sedes a la largo del Imperio Otomano y otros países extranjeros, el Banco Imperial Otomano tenía su sede oficial en un hermoso edificio contruido por el arquitecto Alexander Vallaury, autor de importantes obras de la ciudad como el Hotel Pera Palace o el orfanato de Büyükada.
El capital del banco nació de las aportaciones importantes socios comerciales británicos y franceses, de ahí que serán de esas nacionalidades los que ocupen los principales puestos de la administración del banco, hasta que los eventos derivados de la I Guerra Mundial alteren el status de los mismos.

La entidad se caracterizaba, a diferencia de otras empresas del Imperio, porque tenía un porcentaje importante de trabajadores pertenecientes a las minorías levantinas, griegas, judías y armenias, siendo los trabajadores musulmanes minoritarios, algo que se debía fundamentalmente a que estos últimos eran menos cosmopolitas y tenían un conocimiento menor de idiomas o de contabilidad.
Sin embargo, la gran presencia de trabajadores de origen armenio no impidió el trágico intento de toma del edificio que en 1896 realizado por tropas de la Federación Revolucionaria Armenia, un suceso que acabó con importantes consecuencias para la población armenia del país.
El banco perdió su función pública en 1933 y aunque sobreviviría hasta 2001, el mismo acabaría desapareciendo nominalmente y acabaría integrado en la estructura del Garanti Bank.

Salt Galata y el Museo del Banco Otomano
La sede central del banco Imperial otomano en Karaköy fue reconvertida en un centro cultural en 2009 bajo el auspicio de la entidad Salt, de ahí que ahora este singular espacio sea conocido por los estambulís con el nombre comercial de Salt Galata.

Salt Galata permanece ciertamente desconocida para los turistas, que pasan por su fachada a diario, ubicada en el antiguo distrito financiero de Estambul, que se extendía a lo largo de la antigua Avenida Voyvoda (hoy Bankalar cd.).
Considerado como uno de los mejores secretos de Estambul, Salt Galata alberga diferentes módulos culturales entre los que destaca su biblioteca, siempre llena de universitarios turcos, pero sin obviar sus salas de exposiciones temporales o el museo que recrea la historia del banco otomano; este último espacio es de gran valor, ya que nos permite conocer como era la actividad diaria de la institución, aparte de dejarnos adentrarnos en las impresionantes cajas fuertes donde se guardaban los activos y las participaciones del banco.

Un edificio lleno de historia donde no encontraremos dinero, pero podemos enriquecernos con una lección de historia que nos ayudará a comprender aun más la riqueza innata a esta hermosa ciudad llamada Estambul.
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Actualizado el 9 noviembre, 2020.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño
Siempre interesante tus comentarios históricos. Gracias amigo MIGUEL ANGEL.
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gracias a ti por tus mensajes, un gran un saludo
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