Pocos proyectos monumentales han creado tanta polémica en Estambul, como la generada por la Nueva Mezquita de Taksim (Taksim Camii en turco); un debate que no nació de sus valores estéticos o funcionales, sino más bien por su ubicación, en una plaza como la de Taksim, cargada de simbolismo republicano y de lucha por los derechos sociales, que ahora pasa a estar presidida (y controlada) por una mezquita.

Inaugurada en 2021, este proyecto ha sido reconfigurado en innumerables ocasiones y su diseño ha evolucionado recientemente desde una mezquita desbordante en lo arquitectónico y abierta a otros cultos no islámicos, a otra con influencias de estilo Art Decó, pero más clásica en su concepción y con mayor impacto visual en el entorno.
La mezquita, que compite en altura con las cercanas iglesias de Aya Triada y Surp Hovhan Vosgeperan, tiene una capacidad para alojar a 3000 fieles en oración y alberga también un parking, un centro de exhibiciones y un espacio para realizar conferencias.

El templo está construido en la parte trasera de la galería de arte Taksim-Maksem, en un solar anteriormente utilizado por la policía; este hecho condiciona completamente al edificio, que tiene adaptarse, arquitectónicamente, al poco espacio existente, hasta tal punto de que, aunque la mezquita es visible desde cualquier punto de la plaza, para adentrarse en la misma precisamos tenemos que bordear la plaza exteriormente.
Esta escasez de espacio se manifiesta claramente en su interior, donde la zona de culto es relativamente pequeña y sin muchos alardes ornamentales. El exterior, en cambio, está más logrado y podemos ver como el conjunto luce armonía entre los minaretes y la cúpula, logrando una verticalidad y estilo que sirve de fondo a muchas de las instantáneas de los turistas.
La mezquita de Taksim, es un monumento polémico, pero que forma ya parte del nuevo paisaje de la ciudad de Estambul, una ciudad que continua mutando y que nunca deja de sorprendernos.

Actualizado el 22 julio,2022.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño