Uno de los momentos vitales más impresionantes de Estambul es cuando uno atraviesa la llamada Puerta Imperial o de Bab-i Hümayun a la salida del Palacio de Topkapi y tus ojos son impactados con la espectacularidad de las perlas monumentales de la ciudad: Santa Sofía y la Mezquita Azul.

Solo se puede decir que es mágico cuando uno traspasa esa puerta acompañado de un dulce atardecer y de la sinfonía de la oración, que en Sultanahmet resuena a un más impactante y rica en sonoridad que en cualquier otro lugar de Estambul.

Ante esta brutalidad visual, uno se vuelve loco intentando discutir si me quedo con la compasiva imagen de Santa Sofía o la sombra que perfila los seis minaretes de la Mezquita azul. Así que decido dejarlo en empate y dedicarle a ambas una sesión fotográfica, con el fin de compartir con vosotros este espectáculo inolvidable.


Actualizado el 10 enero, 2024.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño

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