Se cuenta que en Estambul existe una mezquita donde las aves no toman nunca tierra, ya que el fuerte viento que araña el Bósforo se convierte en un enemigo demasiado poderoso a quien no pueden derrotar; este «mágico» emplazamiento se encuentra en Üsküdar y recibe el nombre de Mezquita de Şemsi Paşa (Kuşlonmaz camii en turco).

No se trata de un monumento cualquiera sino una de las verdaderas joyas de la margen asiática de Estambul. Construido en 1581, bajo el diseño de Mimar Sinan, célebre por sus trabajos en la Mezquita de Süleymaniye, recibió el nombre del visir de Suleimán el Magnífico, Şemsi Paşa. De forma similar a otras mezquitas como la de Ortaköy, su principal baluarte es su privilegiada posición a pie de mar que la hace visualmente muy impactante y cuya sinuosa costa respeta en su configuración.

La mezquita es la pieza central de un complejo a modo de plaza publica ajardinada, de solemne tranquilidad y que es franqueada por un edificio en forma de L, con múltiples puertas y columnas y cuyo techo se ve coronado con sutiles cúpulas. Esta coqueta estructura constituía la madraza o escuela religiosa para niños y que hoy ha sido reconvertido en biblioteca. En otro de los extremos del templo encontramos un pequeño cementerio con tumbas de estilo otomano y que fueron usadas por los descendientes del visir.

La mezquita adopta una planta cuadrada y es culminada por una única cúpula, la cual acompaña en altura a un minarete de piedra tallada. Su interior es sobrio y donde destaca su púlpito de madera y el bello intercambio hecho entre azulejos y decoración estampada.

Su acceso, aunque vete a las aves, es libre para los humanos y garantiza una satisfactoria experiencia; una visita ideal para aquellos que creen que Estambul no se reduce al esplendoroso Cuerno de Oro.


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Actualizado el 29 abril,2016.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño