El Obelisco de Constantino es un simbólico pilar, que en el pasado formó parte de la escenografía del hipódromo de Constantinopla y que ha quedado como legado inmemorial de la importancia de las carreras de caballos durante el Imperio Bizantino.

La columna, de 32 metros de altura, fue levantada a base de bloques de piedra apilados y en sus origen estuvo recubierta por varias planchas de bronce, las cuales serían robadas durante la Cuarta Cruzada. Su construcción fue ordenada por el emperador Constantino VI quien daría eterno nombre al monumento.
El monolito está actualmente integrado (junto a otros obeliscos como el de Teodosio) en el conjunto monumental del parque de Sultanahmet muy próximo a la Mezquita Azul y al Museo del Arte turco e islámico y constituye uno de los pocos recuerdos que quedan del circuito de carreras que constituyó la principal actividad de ocio durante siglos.

Actualizado el 6 diciembre,2022.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño