Sinan es una de las figuras más extraordinarias de la historia de la arquitectura, de hecho, nadie a lo largo de los tiempos ha igualado el número y la magnitud de los proyectos dirigidos por este artesano de leyenda, artífice de grandes obras del arte otomano como la Mezquita de Süleymaniye en Estambul o la de Selimiye en Edirne.

Este genio, jefe de arquitectos de tres sultanes (Suleimán, Selim II y Murad III) y diseñador de más de 300 grandes proyectos (mezquitas, mercados, baños turcos, etc.), decidió construir, para su eterno descanso, una modesta tumba situada en un sencillo cruce de calles cerca de la Mezquita de Süleymaniye, no muy lejos de las tumbas de sus principales mentores: Sultán Suleimán y su esposa Hürrem.
La tumba de Sinan (Mimar Sinan Türbesi en turco) es tan discreta que apenas es conocida por los turistas e incluso por los propios estambulís, que caminan a su vera sin darse cuenta del ilustre morador de la misma.

Normalmente, no se puede acceder a la tumba, y el conjunto solo puede ser observado desde la calle, donde podemos admirar una sencilla tumba coronada por un simbólico turbante.
Puede sorprender que quien fuera el padre de la arquitectura turca descanse en un memorial tan modesto, pero su tumba refleja la humildad con la que vivió este artista universal, un maestro que levantó espectaculares monumentos por todo el Imperio Otomano y a quien Estambul le debe gran parte de su alma y belleza.

Actualizado el 13 diciembre,2025.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño


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