Madrasa de Rüstem Paşa

Cuando uno contempla una imagen aérea de la península histórica de Estambul, la vista suele dirigirse con curiosidad al diseño octogonal de un edificio ubicado en la zona comercial de Eminönü; hablamos de la Madrasa de Rüstem Paşa (Rüstem Paşa Medresesi en turco), una genialidad más del célebre arquitecto Sinan.

Curiosamente esta escuela coránica, construida a mediados del siglo XVI, pasa ciertamente desapercibida para la mayoría de los visitantes de Estambul, ya que su exterior no es especialmente llamativo, pero aquellos que se atrevan a timbrar a la puerta, podrán descubrir un mágico rincón, que desprende paz y tranquilidad pese al caótico ambiente de su entorno.

La madrasa se integra en una planta cuadrada, quedando hacia dentro su patio que se encuentra bordeado por un soportal continuo de arcos que en su octogonal devenir sostienen al edificio y a sus 24 cúpulas.

El interior de la galería albergaba distintas estancias de estudio o dormitorios, que hoy sirven de marco físico para las actividades de una fundación benéfica, que cuenta además con un museo que recrea la vida y obra del maestro de teología Said Nursî.

El complejo lleva el nombre de su mecenas, Rüstem Paşa, el que fuera gran visir y yerno del Sultán Suleimán, y que nos ha regalado una joya de la arquitectura otomana, un monumento que enamora y que es clave para entender mejor la vida en tiempos del esplendor del Imperio Otomano.